Sorprenden las declaraciones del Director General de Formación Profesional, Agustín Sigüenza, sobre los resultados de la FP Básica justificando el fracaso y el abandono escolar que se ha constatado desde su implantación. Lo hace diciendo que el perfil del alumnado no se ajusta al que deben tener para cursar FP básica, que el profesorado nos hemos equivocado con la orientación de este alumnado, pues se debe “seleccionar” a aquellos que sepamos que van a poder estudiar ambos cursos con éxito y para los cuales esta formación es la que va a resolver sus dificultades, que necesitan profesorado más motivado y con formación específica, que cambien su metodología a una más acorde al estilo de aprendizaje de cada alumno... Son palabras huecas para echar balones fuera, intentando cargar sobre los docentes la responsabilidad del fracaso de su programa.
Desde CGT recordamos que tenemos un alumnado con diferentes ritmos de aprendizaje. Algunos de estos alumnos y alumnas tienen verdaderas dificultades para terminar la ESO, necesitando que se les dedique una atención especial y una metodología adaptada a sus intereses, para evitar que se queden por el camino. Son chavales y chavalas que cursaban los anteriores PCPI y que gracias a estos programas lograban la titulación de la ESO.
Ahora nos han impuesto la FP básica a la que ahora se accede un año antes, con 15 años, pero tras cursar los dos cursos no consiguen la titulación de la ESO y han de presentarse al examen o reválida. ¿Qué ha ocurrido? El alumnado se siente marginado y desmotivado. Comienzan la FP básica y al cumplir la edad se marchan, y el que no repite.
Somos docentes, no “iluminados”, trabajamos con estos chicos y chicas día a día con un objetivo fundamental, que se sientan en igualdad de condiciones que sus compañeros y compañeras, que no se consideren fracasados. Pero desde CGT denunciamos que se necesitan más medios, más equipamiento, flexibilidad para la adaptación de los contenidos y que la ratio se vea reducida para una real atención. No se puede adecuar la metodología al estilo de aprendizaje de cada alumno y alumna si hay 30 en cada clase.
La FP Básica, diseñada sin consultar al profesorado, tiene una gran carga teórica, convirtiéndose en parte en más de lo mismo, y además carece de la financiación necesaria para afrontar los módulos prácticos con los medios adecuados. Estas dos circunstancias desmotivan al alumnado y acaban expulsándolos del sistema, después de haberles aparcado en la FP Básica.
Es difícil sentirse motivados por este programa, cuya única intencionalidad es sacarles del cómputo total del fracaso escolar, ya que sólo les da una Titulación de competencia profesional de grado 1, sin titulación académica, y al tenerla dejan de contar para la Unión Europea como “fracasados”.
En CGT llevamos dos años denunciando que la FP Básica ha sido diseñada para marginar y apartar del sistema al alumnado más complicado, y ahora que se ven las consecuencias que ya anunciamos, en un alarde de cinismo indecente, pretenden echar balones fuera y responsabilizar al profesorado de lo que es única y exclusivamente responsabilidad del PP y del ex-ministro WERT