El jueves 22 nos concentramos en la Dirección Provincial de Educación de Burgos para denunciar la deriva autoritaria de una Administración que incumple continuamente normativas, desoye las peticiones que desde nuestro sindicato se han formulado al servicio de inspección y que ni se ha molestado en contestar, y que como guinda del pastel sanciona de forma brutal a trabajadoras y trabajadores sin molestarse en investigar previamente, con la única finalidad de meter miedo para que nadie abra la boca denunciando todo este cúmulo de despropósitos.
Concentración Direccion Provincial 22 del junio
Entre las trabajadoras represaliadas tenemos a una afiliada, profesora del instituto de secundaria de Salas de los Infantes, a la que se ha apartado de forma cautelar con una suspensión de empleo y sueldo. Sin tan siquiera comenzar ningún tipo de investigación ni comprobación de los hechos, comienzan con la presunción de culpabilidad, y se la aparta como si fuera un peligro para el alumnado o el resto de los docentes.
Esta monstruosidad no se sostiene de ninguna manera, ya que se trata de una trabajadora querida y apreciada por el profesorado, las familias y el alumnado, y la prueba fundamental de que esto es cierto, es que, desde que comenzara el proceso, frente a su centro de trabajo, todos los lunes, puntualmente, se reúnen docentes, alumnas y alumnos, familias y gentes del pueblo, para mostrar apoyo y solidaridad. Pero es que no es la única, hay todo un reguero de sanciones y amenazas de sanción repartidas por la provincia y que muestran el talante déspota de quien no respeta a sus trabajadoras y trabajadores.
Aún no hemos podido hablar con el servicio de inspección que se niega a responder
Y de todo esto aún no hemos podido hablar con el servicio de inspección que se niega a responder, o lo hace con evasivas. Y este es uno de los muchos temas que tenemos que tratar de forma urgente. No puede ser que se ningunee la función de un sindicato haciendo oídos sordos a nuestras exigencias. Y como no nos quieren escuchar dentro, no les va a quedar más remedio que oírnos fuera:
