CONCENTRACIÓN EN DEFENSA DEL TERRITORIO - SÁBADO 10 DE JUNIO 11:00 H. CELADA DE LA TORRE
En Celada de la Torre, se pretende instalar un mega-parque solar (200 hectáreas) y otro eólico: 55.000 paneles, a escasos 400 metros del casco urbano, y de 6 aerogeneradores, a un kilómetro, lo que provocarán efectos irreversibles sobre el territorio y sus habitantes
Nuestras sociedades se enfrentan a una crisis ecosocial global sin precedentes, siendo el cambio climático, el agotamiento de los recursos fósiles y la pérdida de biodiversidad, tres de sus máximos exponentes. Todo ello está llevando a una transición ecológica basada en un intenso despliegue de infraestructuras de fuentes de energías renovables. Sin embargo, se deben tener en cuenta todos los impactos y límites asociados al desarrollo de dichas fuentes.
Entre otros condicionantes, y a diferencia de las energías fósiles, las energías renovables planteadas a gran escala requieren de grandes extensiones de terreno, por lo que su desarrollo supone una nueva presión sobre el territorio y quienes lo habitan. Mantener el actual consumo energético cambiando simplemente fuentes fósiles por renovables resulta insostenible, por tanto, lo urgente y verdaderamente inaplazable es la reducción del consumo global y la mejora de la eficiencia energética y esto está demostrado que se puede conseguir.
El daño al equilibrio y cohesión del territorio, a los medios de vida de la población rural y a la biodiversidad son mayores en las instalaciones renovables centralizadas. En cambio, un modelo basado en la generación distribuida y las pequeñas instalaciones de renovables cercanas a los centros de consumo permiten una mayor compatibilidad con la ordenación del territorio y una mayor eficiencia, ya que se evitan las pérdidas derivadas del transporte, además permite una mayor autonomía y economía energética tanto a las poblaciones rurales como urbanas.
RENOVABLES SÍ, PERO NO ASÍ