Concentración 20 de diciembre, 9:00 horas, Juzgados de Burgos

Los próximos días 20 y 21 de diciembre se celebrarán las vistas orales del juicio en el que se encuentran procesadas cinco personas por protestar contra la apertura de una sala de apuestas en la avenida Derechos Humanos de Gamonal. Los cargos que se les imputan son supuestas amenazas, coacciones y daños y se enfrentan a una petición de cinco años de prisión por parte de la acusación particular, ejercida por la propia sala de apuestas. Por su parte, el Ministerio Fiscal solicita 24 meses de prisión y el pago de una multa en concepto de los supuestos daños imputados.

Contra la represión y el negocio de las casas de apuestas: RESISTENCIA

Cinco compañeras elegidas para amedrentar a toda una ciudad, mayoritariamente en contra de la expansión de un negocio que destroza vidas, especialmente de jóvenes de clase obrera. Se les piden penas de cárcel, además de indemnizaciones desorbitadas, basándose en acusaciones de daños, amenazas y coacciones que no constaban en ningún atestado policial ni en la denuncia inicial. Acusaciones presentadas por la familia Jiménez, principales beneficiarios en nuestra región de la expansión de este tipo de negocio, protegido por las administraciones. Inicialmente la denuncia del empresario fue archivada por falta de base, pero sorprendentemente se ha admitido una apelación que añade hechos no denunciados anteriormente.

Cinco compañeras elegidas para amedrentar a la sociedad

En resumen, un episodio más en la criminalización de la protesta y otro intento de quebrar la organización popular.

En el estado español, el juego estuvo prohibido durante más de 5 décadas. Durante la transición se levantó la prohibición y la ley del 2011 favoreció su expansión fulgurante en la última década, a pesar de pretender regularlo. Tanto las salas de apuestas como los juegos online están diseñados para ser uno de los más lucrativos negocios de entre los muchos diseñados para el consumo compulsivo y adictivo, ya que suman la adrenalina de la apuesta a la del deporte, una vez convertido éste en el nuevo opio del pueblo.

Negocios diseñados para aprovecharse del eslavon mas devil de la sociedad.

Mafia y fascismo disfrazados de deporte

Escuchamos estos días múltiples críticas a la celebración de un mundial en un país con nulo respeto por los derechos de las personas en general y del proletariado migrante, de las mujeres y de las diversidades sexuales en particular. Pero el mundial de Qatar no es el único ejemplo de la íntima relación entre deporte y negocios de dudosa ética. Para que la sociedad lo pase por alto, “los valores del deporte” se promueven desde la más tierna infancia, con mucho dinero público, hasta constituirse en un dogma raramente cuestionado, como si de una religión, con sus dioses y ritos sagrados, se tratara.

Los héroes de los chicos de clase obrera son millonarios a los que se les jalea cuando abusan de menores, evaden impuestos o maltratan a sus parejas. Esos héroes llevan en sus camisetas nombres de empresas de juegos o incluso participan en redes de amaño de partidos. Porque además del negocio legal está la corrupción más o menos oculta, los pelotazos urbanísticos, el tráfico de influencias en los palcos…

Pero seguiremos resistiendo. Si nos tocan a una, nos tocan a todas.