La Sección Sindical de CGT en el Ayuntamiento de Burgos denuncia la temeridad de lo expresado públicamente por el concejal de vox Martinez-Acitores en una nota de prensa. En ella se decía que uno de los objetivos de su formación política en el Ayuntamiento de Burgos era reducir su plantilla.
Su argumento era que con dicha reducción se ganaría eficiencia. Llevamos años en los que la plantilla viene disminuyendo y no es que se haya ganado en eficiencia, precisamente. Apenas podemos hablar de mera efectividad. De hecho, encontramos un aumento del número de horas extras que ponen de manifiesto la verdadera falta de personal.
Sobre el papel es cierta la cifra de 1.400 (1.381, según la plantilla publicada en el BOP de Burgos de 11/05/2021). Pero hemos de advertir que solo 983 puestos están ocupados, es decir: el 71%. Ciudades de características y población similares a la nuestra presentan plantillas muy próximas: Ayuntamiento de Santander (1.223 efectivos) Castellò de la Plana (1.338) Albacete (1.293).
Los intentos, motivados en ocasiones por leyes estatales tras la crisis del 2008, de reducir puestos y plantilla por parte de los anteriores equipos de gobierno han tenido poco recorrido puesto que la plantilla estaba ya peligrosamente ajustada.
Se argumenta que las solicitudes de falta de personal por parte de responsables y trabajadores de distintas áreas le resultan subjetivas; pero no se lo parecen las opiniones de algunos trabajadores cuando le han manifestado “que no tienen nada que hacer”.
Pretender reducir la plantilla municipal con el pretexto de ganar eficiencia no se comprende. A no ser que el Sr. Martinez-Acitores quiera ser como aquel que descubrió eso que “ahora que el burro había aprendido a trabajar sin comer, va y se nos muere”.
Entendemos que estas declaraciones solo se pueden realizar desde el más absoluto desconocimiento de la situación de la plantilla municipal o de la más torpe intención de justificar todo lo futuramente privatizable que en el Ayuntamiento se pueda dar.
Advertimos a los trabajadores municipales de cuáles son las intenciones de este grupo político para con ellos. Así como de las consecuencias que la aplicación de estas políticas significaría para la ciudadanía burgalesa: encarecimiento y empeoramiento de los servicios que se prestan y precarización de las condiciones de trabajo. La idea falaz de que la privatización conlleva un mejor servicio, no se ve demostrada en la ciudad (basta citar el caso de la señalización de viales en vía pública, renting autobuses…)
A no ser que el "Sr. Martinez-Acitores" quiera ser como aquel que descubrió eso de que «ahora que el "burro" había aprendido a trabajar sin comer, va y se nos muere».
Sección Sindical de CGT en el Ayuntamiento de Burgos.