Parece cada vez más evidente que la debilidad parlamentaria del gobierno de coalición está provocando que el PSOE, principal partido que, a su vez, detenta tanto la Presidencia como el Ministerio de Educación, buscan instalar un relato en la opinión pública de búsqueda de consensos y de “escucha activa”.
Así, este lunes, 11 de mayo, desde el PSOE se invitaba a la Sección Sindical de Enseñanza a participar en una reunión informativa con una representante del Gobierno en Educación.
La idea que se nos había trasladado a la Sección de Enseñanza es que el Gobierno quiere escuchar a los distintos sindicatos representantes de lxs trabajadorxs de enseñanza en la provincia, y con esa idea acudimos a esta reunión, que por lo que hemos observado se trataba de un primer acercamiento con voluntad de continuidad en el tiempo.
Sin embargo, el formato elegido ha sido lo suficientemente revelador como para comprobar que la reunión no ha sido tanto para exponer posturas, con tan solo 5 minutos de palabra por participante y con respuesta a cada unx de ellxs cada 3 intervenciones, sino y sobre todo para escucharles a ellxs, ocupando de esta manera la mayor parte del tiempo y dificultando al resto un anaĺisis en profundidad de lo allí expresado. De esta manera también el PSOE puede argumentar que “nadie puede decir que no ha sido escuchado.”
El grueso de lo expuesto por parte de la representante del Grupo Socialista, que parecía también hablar en nombre del Gobierno, en una paradójica y preocupante mímesis, puede resumirse en dos puntos:
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El Gobierno aún no sabe cómo va a implementar medidas de distanciamiento social al inicio del próximo curso porque la situación es muy cambiante y quedan 4 meses para septiembre. Pero lo realmente grave es que, se haga lo que se haga, no va a aumentar el presupuesto y en un ejercicio, a nuestro juicio de cinismo, piden a la comunidad educativa un acto de “generosidad”.
Concretamente se nos espeta que “no va a haber dinero para todo”. Como es de esperar la argumentación del “para todo” se realiza aludiendo a Sanidad y Servicios Sociales, no a los típicos despilfarros en Trenes de Alta Velocidad, subvenciones a aeropuertos vacíos o a la compra de material armamentístico o financiación de confesiones religiosas que, nos tememos, continuarán como siempre.
Desde CGT entendemos, y así se lo hicimos saber, que sin una disminución radical de las ratios del alumnado y la contratación masiva de docentes no se van a dar las condiciones para asegurar la salud de lxs trabajadorxs y del alumnado ya que tenemos que contar con que para septiembre no va a haber vacuna. Es más, desafortunadamente, queremos desvelar a la sociedad y a nuestrxs compañerxs docentes que el gobierno de coalición, si nada cambia, va a seguir colaborando en el destrozo del sistema educativo público.
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Por otro lado, se nos quiso vender que la LOMLOE, tanto en su tramitación como en su exposición, es fruto del consenso porque se está escuchando a todo el mundo y todavía hay muchas opiniones y enmiendas que tratar… Sin embargo desde la CGT se ha constatado que ninguna de las aportaciones que se hicieron llegar no han sido escuchadas: tendremos la enésima reforma educativa que permitirá los conciertos educativos, que no acabará con el adoctrinamiento religioso en las aulas y que no dirá nada de las ratios mínimas, con lo que todas las buenas palabras que encontramos en este anteproyecto nos sirven más bien de poco.
En lo concreto, y los problemas planteados por los distintos sindicatos, las respuestas eran o que el Gobierno es consciente y está preocupado o que eso es competencia de la Comunidad Autónoma y por tanto el responsable en Castilla y León es el PP.
Desde CGT intentamos exponer que se da demasiado énfasis en lo digital sin atender demasiado a la brecha social; que la escuela rural, que es la única que va a poder garantizar, y no siempre, el distanciamiento social del alumnado está siendo maltratada (único punto que quiso tocar levemente la representante del PSOE pero sin comprometerse a nada); que con la nueva ley vamos a seguir como siempre porque vamos a seguir con conciertos educativos y con la religión metida en las aulas; y que el problema del colapso educativo no es cosa de ahora, sino que se ha estado destrozando intencionadamente a lo largo de estos últimos 20 años y ahora recogemos los frutos de la infrafinanciación y de la privatización de la enseñanza a través de los conciertos, y en eso son responsables también en su partido.
A todo esto expuesto, no recibimos respuesta.