La crisis que ha desatado el COVID-19 es un acontecimiento nunca antes visto. Ha sido capaz de paralizar casi al 100%, ya no solo el Estado Español sino el mundo entero, pese a que haya países que se resistan todavía a cerrar lo económico, blindar lo personal y proteger más a las personas que a las empresas.
La primera medida fue el cierre de escuelas, guarderías, centros educativos y, entonces fue ahí donde las primeras que tuvieron que quedarse en casa fueron las mujeres para poder cuidar de sus hijos e hijas. Quienes pudieron parar.
Luego cerraron las empresas que no eran esenciales pero las tareas del hogar se tenían que seguir elaborando a la vez que hay que cuidar, cuidar de ti y de otras personas.
Para salir hay que disponer de un “salvoconducto” pero quienes tienen los trabajo sin contrato, sin garantías, no disponían ni disponen de ellos, tampoco te los quieren hacer y tampoco puedes dejar de ir porque hay que seguir pagando las facturas, la casa y los gastos.
Porque mientras las personas paramos, la economía sigue. Las empresas de grandes beneficios aplican ERTEs y salen ganadoras; las trabajadoras vemos como se reducen nuestros ingresos y las facturas siguen llegando mientras se nos ahoga al igual que en 2008.
Mientras todo esto va ocurriendo, desde el primer momento, la violencia machista no ha cesado. Miles de mujeres, en el Estado Español, han tenido que quedarse encerradas en casa con su, o sus, maltratadores sin posibilidad de actuar.
Somos conscientes de que dar el paso adelante de actuar frente al maltratador es complicado pero sumado a la paralización del mundo, éste se nos cae encima. Además, con el daño psicológico que conlleva un confinamiento y las actitudes agresivas que puede acarrear, la suma de éstos factores es la pesadilla de todas las mujeres.
Desde el confinamiento, las llamadas al 016, número gratuito y que no deja rastro en el registro de llamadas ni en la factura, ha aumentado un 18% y en Castilla y León, 154 mujeres han realizado llamadas.
Además del 016 que estaba ya habilitado, el Ministerio de Igualdad ha habilitado otro, porque al estar confinadas con los maltratadores, 24h, existe un control extremo. Este número ha sido creado para que todas las mujeres que lo necesiten puedan escribir, mediante un WhatsApp, sin tener que hablar y ser escuchadas, dicho número es: 682 916 136 y 682 508 507
Desde el Sindicato Único de Burgos queremos hacernos eco de estas herramientas, necesarias ante la situación de confinamiento que estamos viviendo. Ante la situación que tienen que aguantar miles de mujeres frente a sus agresores.
Cuando todo esto acabe, seguiremos saliendo a las calles a visibilizar las violencias machistas y la necesidad de erradicarlas. Hoy más que nunca es necesario una actuación real y apoyo rápido a las víctimas de la violencia machista. También crear redes de mujeres basadas en la sororidad y crear y ampliar movimiento para vencer juntas y derrocar al sistema patriarcal.
Recuerda los números: 016 // 682 916 136 // 682 508 507
¡Si tocan a una, nos tocan a todas!
Puedes consultar la guía de actuación en: http://www.violenciagenero.igualdad.gob.es/informacionUtil/covid19/home.htm