SIN NOSOTRAS EL MUNDO NO FUNCIONA
Denunciamos la mercantilización que nos explota. Se nos dificulta doblemente a las mujeres el acceso al empleo. No queremos más empleo precario, temporal, jornadas parciales y horarios incompatibles con el trabajo de cuidados que se nos impone. Exigimos que se acabe con la brecha salarial, la desigualdad en las pensiones y el acoso sexual.
No pueden continuar las violencias machistas y del mercado, que nos tratan como objetos, que nos violan, acosan, maltratan y asesinan. Ni instituciones que reproducen conductas machistas. Ni leyes que no garantizan el derecho a que todas las vidas sean sostenidas. Exigimos respeto social y que la Iglesia no se siga inmiscuyendo.
Queremos una escuela pública que reconozca nuestra diversidad, como mujeres lesbianas, bisexuales, transexuales, intersexuales, sin género, queers+. Derechos sexuales y reproductivos para todas.
Es preciso que se eduque en la corresponsabilidad de los cuidados. No queremos ni soportamos más seguir siendo las únicas responsables invisibles de los cuidados de las personas dependientes.
Por una sanidad pública y de calidad que no trate como enfermedades la vida de las mujeres, su menstruación, sus embarazos, su menopausia.
Las mujeres nos declaramos insumisas de las fronteras que sostienen el racismo, los CIE, y las deportaciones de vidas.
Queremos que se nombren y se equipare el valor en todos los trabajos que sostienen nuestras vidas: el trabajo doméstico y de cuidados, en particular, el que realizan las mujeres esclavizadas en el régimen especial de empleadas de hogar.
Huelga para vivir, huelga para cuidarnos.
Únete a la lucha que somos muchas.