Desde la Coordinadora de Enseñanza CGT Castilla y León , opinamos que la Campaña “Fines de semana sin deberes”, convocadaÂÂ por la CEAPA para este mes de noviembre, no debe dar lugar a enfrentamientos entre las familias y el profesorado, más aún en un momento en el que la unidad entre los diferentes sectores de la comunidad educativa en aras a conseguir la derogación de
la LOMCE, que tanto daño está haciendo a la Escuela Pública, debe ser nuestro común objetivo fundamental.
Un sistema educativo impuesto en el que los contenidos que configuran el currículo son cada vez más numerosos, acompañadoÂÂ de años de recortes en educación, ha provocado que sea muy difícil lograr trabajar en el horario lectivo todos los contenidos de las materias que por ley hemos de impartir. El número elevado de alumnado en las aulas y los distintos ritmos de aprendizaje de los chicos y chicas, hacen difícil el poder dedicar una atención individualizada ajustada al nivel de desarrollo de cada alumno y alumna. Si a esto añadimos los sucesivos recortes en educación con menos profesorado para poder realizar apoyos y refuerzos específicos, desdobles, la no cobertura de las ausencias etc., aboca al profesorado a mandar tareas para realizar en casa.
Entendemos a las familias y sus reivindicaciones, pero tanto el profesorado como padres y madres hemos de caminar juntos y encaminar las protestas hacia el verdadero “enemigo” que es la Administración educativa.
Por otra parte, nos resulta llamativa la actitud de varias organizaciones sindicales de carácter claramente corporativo que parecen estar “indignadas” porque consideran esta movilización como una intromisión por parte de las familias, en nuestra labor como docentes. Y es que en CGT tenemos muy claro que las familias no son el “enemigo” sino parte fundamental de la Escuela
Pública y, como tal, y desde hace ya mucho tiempo, compañer@s en la lucha por construir modelos educativos diferentes.
Son varias las movilizaciones, en los últimos tiempos, en las que CGT ha coincidido con varias organizaciones, entre ellas CEAPA y las Federaciones de padres y madres provinciales, contra las políticas de recortes en la Educación Pública y la financiación de las privadas ( concertadas).
Creemos que, con sus planteamientos corporativos, algunos, cuando menos, están “errando el tiro” y abundando en un enfrentamiento entre profesorado y familias tan irreal como perjudicial para la defensa de la Escuela Pública.
Desde CGT apostamos por un modelo de Escuela, activa, científica, motivadora del aprendizaje y que parta de los intereses individuales de l@s niñ@s, que fomente su creatividad y pensamiento crítico como eje desde el que investigar, hacerse preguntas, reflexionar, etc.
Creemos que los niñ@s, después de este tiempo en la escuela, también tienen derecho a su tiempo de juego, de ocio, de convivencia más libre y lúdica con sus amig@s y con su familia. Porque es evidente que son muchas las familias que por su situación social, laboral, cultural o familiar no pueden ayudar a sus hij@s con los deberes, de tal manera que estos vienen a abundar e incrementar la desigualdad de clase entre un@salumn@s y otr@s, en función de su origen. Porque, además, no siempre las familias tienen la preparación o las habilidades precisas para abordar de forma tranquila y adecuada estas tareas, lo que muchas veces desemboca en conflictos y tensiones en casa.
El objetivo de la Escuela ha de ser el desarrollar ese gusto por saber, por aprender, ser a utónomo, a responsabilizarse de sus propios trabajos y a auto-organizarse.
Defendemos un modelo pedagógico en el que de una forma natural y no obligatoria pueda ser necesario que se dedique algo de tiempo fuera de la escuela a leer, investigar o profundizar en determinados trabajos, pero siempre partiendo de una necesidad que el niñ@ sienta como propia y no como impuesta o ajena.
Las “tareas escolares” han de ser un instrumento de apoyo, han de ser actividades ajustadas a las capacidades y necesidades del alumnado y compatibles con su tiempo de ocio y de vida familiar.