El martes 21 de junio, la Plataforma de Profesorado Interino de la Educación Pública de Burgos hizo llegar a los partidos políticos una carta con sus reivindicaciones avaladas por más de 400 firmas de docentes, con el objeto de que sean tenidas en cuenta por el nuevo gobierno. Este proceso de recogida de firmas que se ha iniciado a final del presente curso, y solamente en algunos centros de la ciudad y la provincia, será continuado en el próximo curso, momento en que serán presentadas ante la Consejería de Educación como parte de una campaña por la mejora de las condiciones del profesorado interino.
Estas peticiones fueron consensuadas en las asambleas convocadas por el sindicato CGT que tuvieron lugar los días 4 y 25 de mayo. En ellas se constituyó la Plataforma de Profesorado Interino de la Educación Pública de Burgos con la finalidad de conseguir unas condiciones dignas de trabajo para todo el profesorado interino, estabilidad laboral para aquellas personas que llevan años prestando sus servicios y oportunidades a los nuevos docentes, entendiendo que la estabilidad junto a la incorporación de nuevas generaciones con condiciones dignas de trabajo redundará en beneficio de la calidad de la educación pública.
El profesorado interino está a disposición de la Administración, viajando a lo largo y ancho de la comunidad autónoma para atender sustituciones, en ocasiones para tan solo 15 días. A pesar de que esta labor es fundamental para el sistema educativo, estos docentes tienen menos derechos que cualquier trabajador y trabajadora en cualquier otro sector, incluida la enseñanza concertada: no tienen indemnización en caso de quedarse sin trabajo tras años de dedicación y concatenan contratos temporales en una misma empresa durante años, lo que sería ilegal en cualquier otro trabajo.
Los recortes impuestos en los últimos años, que han supuesto un retroceso muy grave para la educación pública, han afectado especialmente a este colectivo, incrementando su precariedad. La tasa de reposición del 10% ha supuesto que se hayan convocado muy pocas plazas de oposición en los últimos cursos. Se ha privado a una parte de este profesorado de su derecho a cobrar el verano, aunque haya trabajado todo el curso escolar, privándole, además, de la posibilidad de evaluar a su alumnado en septiembre. Ha aumentado de forma alarmante el número de contratos parciales, llegándose a contratos de hasta un quinto de jornada que obligan en ocasiones a tener que pagar para trabajar.
Esta precariedad e inestabilidad laboral, tan negativa para el profesorado interino, no es buena tampoco ni para el alumnado ni para el sistema educativo. Por esta razón se ha constituido la Plataforma de Profesorado Interino de la Educación Pública de Burgos y se ha comenzado una campaña que tendrá continuidad el próximo curso para dar a conocer la situación de precariedad en la que están trabajando y tratar de recuperar los derechos perdidos.