En enero la Consejería ha publicado la regulación de los proyectos de autonomía para primaria, ampliando los plazos de solicitud, pues no tenía ningún sentido que las solicitudes se hayan tenido que presentar antes de que se desarrollase la normativa correspondiente. Esta regulación, aunque sea específica para primaria, tiene que ser entendida también como un adelanto de la propuesta que se espera para el curso que viene en secundaria.
¿EN QUÉ CONSISTEN LOS PROYECTOS DE AUTONOMÍA?
Tras leer la regulación no está claro en qué consisten exactamente. Permiten la introducción de las siguientes asignaturas de libre configuración autonómica en todos los cursos de Primaria: segunda lengua extranjera en 5º y 6º de Primaria (al menos 1 hora semanal), profundización o refuerzo de áreas troncales o asignaturas relacionadas con sistema braille, tiflotecnología, autonomía personal o lenguaje de signos.
Esto se podrá hacer aumentando el horario lectivo más allá de las 25 horas. La otra alternativa es encajarlo en las 25 horas lectivas del centro, para lo que habrá que reducir horario del resto de asignaturas, estableciendo un mínimo de horas para cada asignatura, de modo que el centro disponga de las siguientes horas para el proyecto de autonomía: 1 hora en 1º,2 horas en 2º, 3 horas en 3º y 5 horas en el resto de cursos.
Los centros también tendrán potestad para modificar el calendario escolar, pues podrán adelantar el inicio de curso al 7 de septiembre y prolongarlo hasta el 24 de junio.
Para su desarrollo, con carácter general los centros no contarán con recursos humanos y económicos adicionales, señalándose de forma específica que la introducción de una segunda lengua extranjera queda supeditada a que se disponga de profesorado con titulación o habilitación.
Al personal docente se le pedirá que firme por escrito un compromiso de participación en actividades de formación, firma que será voluntaria pero se tendrá en cuenta a la hora de autorizar el proyecto.
Los centros incompletos y CRAS con menos de cinco unidades, podrán solicitar proyecto de autonomía propio o con otros centros. Igualmente, los Centros de Educación Especial podrán presentar proyectos con otros centros en los que se favorezca la integración del alumnado.
Mientras en los centros públicos el proyecto ha de ser aprobado por el claustro y el consejo escolar, en los privados-concertados basta con la aprobación del claustro y la mera información al consejo escolar, facilitando que los centros privados-concertados presenten proyectos de autonomía
¿QUÉ SE ESCONDE REALMENTE DETRÁS DE ESTOS PROYECTOS DE AUTONOMÍA?
En CGT no vemos en estos proyectos una verdadera apuesta por la autonomía: las opciones son limitadas, no se permite participación en el diseño del currículum y no está pensado de cara a la implantación de nuevas metodologías. Además, los centros que impartan una segunda lengua extranjera en 5º y 6º de primaria, cuyo director/a finalice su mandato en 2016, se ven obligados a elaborar el correspondiente proyecto de autonomía, con todo el trabajo y papeleo que ello supone. Por otro lado, no se puede esperar dotación de una mayor autonomía en el marco de la LOMCE, una ley impuesta que resta competencias al Consejo Escolar.
Por tanto, si el objetivo no es fomentar la autonomía, ¿qué es lo que se persigue? Estos proyectos, además de una propaganda institucional, buscan fomentar la competencia entre centros, máxime cuando la Consejería se reserva el derecho de hacer propaganda de los centros que implanten proyectos de autonomía. Fácilmente podemos esperar que los centros privados-concertados amplíen tanto la jornada lectiva como el calendario lectivo, entrando en una “guerra” por ver quién es capaz de mantener más días y durante más horas al alumnado en las aulas, de tal manera que al final todo el profesorado acabaremos trabajando más por menos salario (no olvidemos los recortes salariales sufridos y que no hemos recuperado).
La dotación económica se articulará en torno a convocatorias exclusivas para centros que hayan puesto en marcha proyectos de autonomía, lo que acrecienta la competencia entre centros y, sobre todo, supone una grave discriminación para el resto de colegios.
En cuanto al ámbito pedagógico, ¿qué criterios se van a seguir a la hora de decidir qué asignaturas se recortan?, ¿qué pasa con estas asignaturas?, ¿están los currículos diseñados para soportar recortes horarios?, ¿contribuirá esta situación a la cohesión y el trabajo en equipo en los centros o generarán enfrentamientos que dificulte la cooperación pedagógica?
A todo ello hay que sumar que los centros que desarrollen estos proyectos serán sometidos a evaluaciones externas que se centrarán en los resultados académicos de las alumnas, ahondando en esa política educativa que solo contempla “los resultados inmediatos” y que desde CGT rechazamos profundamente.
El modelo de enseñanza que defiende CGT se basa en la autogestión, la participación, la cooperación… Por eso rechazamos propuestas que se basan en la competencia no solo entre centros sino también entre asignaturas, que conducen a la explotación laboral, al enrarecimiento del ambiente en los centros y a la discriminación de asignaturas, en lugar de a su integración en proyectos conjuntos.