Los días 9 y 11 de noviembre en los locales de CGT de Burgos, en C/ Calera 12.
LUNES 9 · 19.30h CARLOS DÍAZ: VALORES DE LA AUTOGESTIÓN
MIÉRCOLES 11 · 19.30h COLECTIVO ROJAVA NO ESTÁ SOLA: PUEBLO KURDO, REVOLUCION, AUTOGESTIÓN
Etimológicamente autogestión significa, gestión por uno mismo. Podemos decir que la autogestión siempre ha estado presente dentro del Movimiento Obrero y que este la ha desarrollado y llevado a la práctica en los momentos más revolucionarios.
Todos los intentos que se han dado a través del tiempo han sido eso, intentos autogestionarios, pero no es la autogestión en su concepto más amplio. Para que haya autogestión real se necesita ir más allá del ámbito económico, tiene que implantarse en todos los ámbitos de la vida. (Empresa, Municipio, Cultura, Ciencia, etc.).
Es necesario que estas experiencias, aunque fracasen, vayan marcando caminos de autoorganización frente a la barbarie capitalista.
Muchas experiencias fracasaron no solo por la violencia del poder, también contribuyeron al fracaso los partidos de izquierdas cuyas élites siempre se posicionaron en contra de cualquier intento autoorganizativo que sus estructuras no pudiesen controlar. Esto lo vivimos en Burgos en plena transición cuando un grupo de trabajadores de la empresa CYFISA tomó la fábrica y la mantuvo en régimen de autogestión durante 18 meses. Para vergüenza de todos los partidos políticos de izquierdas y del sindicalismo pactista. Que jamás entendieron como un grupo de 175 trabajadores alejados de sus estructuras pudieran desarrollar y llevar a cabo algo tan “condenable” como es romper esas estructuras en las cuales ellos se sienten tan a gusto y a veces parece que agradecidos a esos órganos de poder por dejarles gozar de unas migajas del pastel.
Por un periodo de 18 meses fuimos realmente libres. Teníamos en nuestras manos, no solo la herramienta, sino la capacidad de usarla según nuestros intereses, según nuestras necesidades, según nuestra voluntad. Todos éramos dueños de todo, con un único fin, defender nuestra dignidad y mostrar caminos de esperanza.
En los últimos cuatro años hemos visto la cara más dura del sistema capitalista. Todos aquellos avances que arrancaron con su sangre nuestros antepasados han sido cercenados. Es vergonzante que el sindicalismo en general no haya actuado y buscado formulas imaginativas para intentar impedir la liquidación de derechos sociales. En el fondo los que así actúan tienen miedo a la libertad. Les asusta, tienen miedo a la barricada, a la asamblea, a perder el control y el sillón. Tienen miedo de su miedo. No puede haber autogestión si la forma organizativa no es la asamblea. En la Asamblea está el poder. En momentos de cambio, de agitación social como los que vivimos en plena transición y en los momentos actuales y futuros que está diseñando el sistema, o recuperamos la asamblea y nos dejamos de tanto liberado o el sindicalismo como fuerza transformadora se va al carajo. En estos momentos hay que dar un cambio, replantearse estrategias, crear militantes con una visión global de la sociedad. Hay que dar alternativas de futuro, recuperar el orgullo de clase. Que el trabajador sea capaz de odiar la explotación y al explotador.
Para ampliar el valor de la autogestión y su proyección de futuro, el próximo día 9 en los locales de CGT Carlos Díaz escritor, filosofo y libertario dará una charla donde abordará estos temas. Bajo el título “Valores de la Autogestión”.
Si, junto a las comunidades libres en Chiapas, existe una experiencia actual a tener en cuenta es la que se está viviendo en la zona Siria de Kovane y en el kurdistán turco. Donde, en un escenario de terrible guerra, la vida social puja por reconstruir el confederalismo democrático. El colectivo Rojava no está sola vienen el miércoles 11 a explicar las difíciles y enriquecedoras experiencias del pueblo kurdo. La charla “Pueblo Kurdo: revolución, autogestión” a las siete y media también en el salón de actos de la C/ Calera.